Nos ha costado tener que pedir de manera insistente al ayuntamiento que se reparasen las obras del potrero y el aparcamiento junto a la calle el Coloso, pero al fin han llegado. Hace unas semanas comenzaron ya las obras en la parte afectada del colegio y están llevando a cabo con celeridad. Ahora le toca el turno al aparcamiento público y el potrero, aunque con muchos meses de retraso que han ocasionado afecciones importantes a los vecinos. Se han reducido las plazas de aparcamiento de los profesores y de la zona pública, con lo que la saturación de vehículos en horas de entrada y colegio durante todos estos meses han afectado a las calles de los unifamiliares, y se van a prolongar mientras duren las obras. Y además la pista polideportiva, también llamado potrero, ha seguido utilizándose a pesar de lo peligroso del socavón que ocupa gran parte del espacio. Sin duda se trata de una necesidad para los vecinos, y ello demuestra lo lamentable de tener que jugar un partido de futbito sin poder disponer de más de un tercio del campo porque allí hay un gran agujero peligroso.

Sin embargo lo peor de todo ha sido la financiación de estas obras. Después de meses de espera el Ayuntamiento de Zaragoza ha encontrado la solución a cómo pagar esta reparación: desviar y eliminar la partida presupuestaria del nuevo potrero en la segunda fase del barrio, y utilizarla para reparar éste. Se trataba de un dinero que provenía del Fondo estatal de Inversión Local, con el que habían llegado unas pocas migajas al barrio, y ahora esas migajas van a servir para tapar un agujero.