Le escribimos esta carta abierta desde la Coordinadora de Afectados por la SET «Los Leones», subestación que Endesa tiene en el barrio “Parque Goya” de Zaragoza.

Nos mueve a ello la campaña de la compañía que usted preside, en la que quieren mostrar su preocupación por la herencia que vamos a dejar a “los hijos de nuestros hijos”… Pero queríamos hablarle de algo más cercano: de nuestros hijos, nuestros propios hijos.

El desarrollo urbanístico de Zaragoza y en concreto el de nuestro barrio, ha hecho que la SET “Los Leones”, antes extraurbana, se haya convertido en parte integrante de nuestro paisaje diario; tan integrante y tan cotidiano que a sólo cien metros de la subestación se va a abrir el próximo curso un nuevo Instituto de Enseñanza Secundaria, a tan solo doscientos metros lleva tres años funcionando un colegio de Educación Infantil y Primaria, a doscientos cuarenta metros se está construyendo un Centro de Salud, a trescientos cincuenta metros esta ubicado el Colegio de Educación Especial Parque Goya y a trescientos sesenta metros el Colegio Cristo Rey.

Aunque muchos estudios enfrentan conclusiones sobre los efectos sobre el ser humano de los campos electromagnéticos, no pretendemos ahora abundar en demostraciones científicas sino entender el riesgo para la salud que la subestación supone.

Somos conscientes de que la subestación estaba antes de la existencia de nuestro barrio, pero en este momento el barrio está consolidado y pedir cuentas a los planificadores urbanísticos no redundaría en acción alguna.

Creemos que en aplicación del principio de prevención no es de ninguna forma admisible poner en riesgo la salud, especialmente de los niños, mucho más sensibles, según todos los estudios, a los campos electromagnéticos, con la presencia de esta subestación tan injustificadamente próxima a centros escolares, por no hablar de su proyectada (o en curso) ampliación.

Por esto le pedimos que se una al impulso dado por las administraciones públicas (Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza) y adopte la decisión que mejor preservará el derecho a la salud de nuestros hijos, los hijos de nuestros hijos y generaciones futuras. La decisión que la hará posible es el traslado de la subestación a una zona alejada de áreas habitadas.

Es posible, es necesario.

“Por nuestros hijos, ahora.”