“Cuando Cesar Augusto desembarcó estaba muy cansado, el viaje desde Roma hasta Salduie había sido realmente agotador. Tenía una cita, dos en realidad.
Los sedetanos le esperaban desde hace meses, el dragón desde hace siglos, toda una vida. Él era quien venía a arrancarle los dientes…

Así comenzó la mañana del pasado sábado para las niñas y niños del barrio que se acercaron a conocer al Dragón den Ebro y a crear pequeños dragones que luego hicimos volar en los alrededores de la casa del Barrio.
De la mano de Arturo e Isa viajamos en el tiempo hasta tiempos de Cesar Augusto, que volvió a Salduie (antigua Zaragoza) para arrancarle al Dragon del Ebro los dos colmillos y plantarlos en la tierra para que de ese modo no fuera peligroso.

Después de escuchar atentamente la leyenda llego el momento de crear nuestras propias crías de dragón. Así que, se pusieron manos a la obra con plásticos de colores, casi todos ellos reciclados y crearon magníficos dragones de múltiples colores. Unos con escamas, otros de un solo color, otros llenos de tiras arcoíris, algunos hasta con dientes y ojos……


Cuando todos los niños y niñas tenían sus dragones creados salimos al exterior, a disfrutar del estupendo día que estaba haciendo, y aprovechando el aire que siempre hace en esta tierra, con la ayuda de nuestro amigo Arturo Peliagudo hicieron volar sus dragones inundando el parque de colores y alegría.

Seguro que a partir de ahora, toda aquella persona que estuvo escuchando la leyenda, paseara por la orilla del Ebro en busca de descendientes del Dragon.