El Carnaval de este año fue un éxito de participación en parte por el buen tiempo que invitó a muchos vecinos a participar de la fiesta y animó a que muchos se disfrazasen gracias al concurso de disfraces que estaba anunciado. A partir de las cinco comenzó a llegar la gente a plaza Tauromaquia al ritmo de la música. El Pelele, representante de nuestros gobernantes ya estaba preparado para ser zarandeando por los niños del barrio. Ellos le pedían que abriese la ludoteca de una vez tras casi dos años cerrada, un centro de tiempo libre, una biblioteca… Y para que se tomase en cuenta sus propuestas comenzaron a jugar con él. Primero fue manteado. Después fue colocado en una pared y le fueron lanzando sus zapatillas y a modo de diana. Y finalmente fue atado e hicieron tiro de soga con él. Los niños entendían perfectamente que este personaje no era bueno porque no estaba cumpliendo con su trabajo con lo debíamos advertirle que debía cumplir con sus compromisos como gobernante y dotar a nuestro barrio de todos aquellos equipamientos que necesitamos tras doce años de existencia.
Y a partir de este momento comenzaron los miembros del jurado a revisar los disfraces que más tarde seleccionarían para el concurso, y entre los cuales estarían los ganadores. Ellos también iban disfrazados, como detectives con su lupa.
Tras media hora de juegos en los que los niños se lo pasaron muy bien con el Pelele, comenzó el pasacalles. Unas trescientas personas desfilaron con animados disfraces desde la plaza, atravesando la zona de unifamiliares de camino a la pasarela peatonal. Contábamos con speaker, una animadora que tanto en la plaza como durante el pasacalles fue animando la fiesta, haciendo bailar a la gente, levantando manos y cantando. Los vecinos y vecinas llenábamos de alegría nuestro barrio.
Ya en la pasarela ésta se llenó y se convirtió en un escenario festivo de cara a los conductores de la carretera de Huesca que nos saludaban. En el parque se hizo una pequeña parada. Varios componentes de la Peña Los Goyescos nos deleitaron con un pequeño espectáculo improvisado. Al ritmo de la música de la serie de Curro Jiménez, la Banda de Sin Curro expuso públicamente su última captura, don Mariano Rajoy. Apresado y con los grilletes fue increpado por todos los presentes y finalmente fue colgado de un árbol por decisión popular.
Después de este pequeño parón continuó el pasacalles hacia plaza Poesía. Incluso el tranvía, nuevo vecino del barrio, se detuvo ante la presencia de la marea festiva en la que se había convertido el carnaval de este año, con más de medio millar de asistentes.
En la plaza nos estaba esperando el Grupo de Percusión Parque Goya. Varios temas sirvieron para amenizar el tiempo de espera en el que los técnicos terminaban de montar todo para el Juicio del Pelele.
Poco después de las seis y media comenzó. El Pelele ya estaba presente en la sala y se había colocado una camiseta en la que decía que le gustaba mucho nuestro barrio. ¿ Se estaría riendo de nosotros ? Nada más comenzar el juez le advirtió que la única causa de la que se le acusaba este año era la falta de un centro cívico en Parque Goya. Sin embargo tiene otras muchas causas pendientes: traslado subestación eléctrica, apertura de la ludoteca, nuevo potrero, huertos sociales, ampliación de plazas escolares, nueva farmacia, ampliación barreras de sonido… La defensa del Pelele se esforzó en justificar su actuación con abundantes abucheos del público, que incluso llegaron a ocupar la sala hartos de escuchar tanta palabrería. Y la acusación particular, que llevaba la Asociación de Vecinos Parque Goya en representación de los vecinos dejaba claro que comprendía que la situación económica del ayuntamiento no era buena, pero que se estaba malgastando dinero público en proyectos en la ciudad de gran coste y que haciendo obras más modestas y funcionales se podrían dotar de equipamientos a barrios los cuales carecen de ellos.
Al final el dictamen del juicio fue dejar al Pelele en libertad provisional durante un mes para que comenzase a trabajar y dar una solución a la búsqueda de un equipamiento cultural en el barrio, tan necesario para Parque Goya.
Y la fiesta continuó con la entrega de chocolate y bizcocho para todos los disfrazados, que este año eran muchos y muy originales. Al final todos los asistentes pudieron saborear este chocolate calentito.
La novedad de este año fue el concurso de disfraces, y por lo visto durante el pasacalles la gente se animó mucho. Nuestro jurado compuesto por unos detectives con lupa estuvo durante el pasacalles y en la plaza Poesía revisando a los asistentes y tomando nota en sus libretas de los que eran más originales y vistosos. Sobre las siete y media comenzó la entrega de premios. Todo ello fue gracias a los comerciantes del barrio que aportaron los regalos que servirían de premio: El Cocinero de Goya, Tabernalia Parque Goya II, Spa Ranillas, Charcutería Montori-Barranco, Ratonovich, Cinebank, Andrea Santos Fotografía, Coloridios y Ocioteca. Entre los premiados había disfraces muy elaborados que sorprendieron al jurado por el trabajo invertido y que sirvieron para animar de manera notable este carnaval. En categoría infantil los disfraces ganadores fueron las punkis, hello kitty, guerrero, enanito, bob esponja, animadora, princesa, hippy, superman, mariquita, goyescos, cars, medusa y vikingo. Y en categoría de adultos los ganadores fueron la abuela guerrera, ranas gustavo, una geisha y mister potatos. La entrega de premios terminó con la categoría de grupos en la cual salieron ganadores un grupo de «Los Legos», que con sus llamativos y coloridos disfraces se dejaron notar durante toda la tarde, y el grupo de la «Banda de sin Curro» cuyo disfraces y cuya temática era muy adecuada a la situación económica en la cual estábamos sumidos. La tarde de carnaval terminó sobre las ocho de la tarde con un bingo popular que mantuvo a todos los asistentes hasta el final disfrutando de una estupenda tarde festiva bajo un tiempo primaveral en Parque Goya.
El Carnaval Parque Goya de este año no podía haber salido mejor. Los asistentes superaron el medio millar de personas y la gente fue más disfrazada que en años anteriores con lo que animó más esta fiesta caracterizada precisamente por este aspecto. El concurso había animado a la gente buscar disfraces originales y elaborados, lo cual quedó de manifiesto. Ahora queda por delante mucho trabajo para ir preparando las fiestas del barrio, que tendrán lugar a principios de junio. Seguimos invitando a la participación de los vecinos y vecinas en la comisión de festejos. Si queremos fiestas alguien debe encargarse de prepararlas para que todos disfrutemos de ellas. Y os adelantamos que la próxima convocatoria festiva en Parque Goya tendrá lugar el sábado 27 de abril. El AMPA Agustina de Aragón está preparando un mercado medieval con animaciones y talleres durante todo el día que terminará con la actuación de los Titiriteros de Binéfar.