Desde que salieron publicadas las listas provisionales de los alumnos admitidos en los colegios del barrio, se desató un auténtico movimiento vecinal, en este caso de los padres y madres de los niños no admitidos. Parece ser que nuestro barrio no puede vivir tranquilo, y esta situación dramática para algunos padres y madres se convirtió en una nueva causa por la que luchar en el barrio. El caso es que no es la única causa, y son muchas las que tenemos todavía pendientes. No es necesario recordar el esfuerzo titánico que llevan a cabo los integrantes de la Coordinadora de Afectados por la Subestación, en auténtica cruzada contra en gran Goliat. Y qué decir tiene del trabajo llevado a cabo por la Asociación de Vecinos Parque Goya que tiene frentes abiertos con la administración en todas las direcciones, y esperemos que pronto podamos ir solucionando algunas de las reivindicaciones más importantes que tiene Parque Goya sobre la mesa. Lo que sí demandamos a los vecinos es algo más de colaboración. Lo que está claro es que con la movilización de los vecinos de Parque Goya se están consiguiendo logros, alguno de ellos tan fulminante como el de los padres y madres de MI HIJO SIN COLE. Como de costumbre la Asociación de Vecinos de Parque ha respaldado este movimiento vecinal. Con ello esperamos que la gente se implique con su barrio y participe activamente más tanto en la gestión de las reivindicaciones como en el apoyo a las entidades sociales que trabajan por y para el barrio de manera altruista cuando éstas convoquen las movilizaciones.

En cuanto al éxito vecinal, el viernes 8 de mayo se llegó a un acuerdo entre los 31 padres afectados y el Departamento de Educación de la DGA. Se va a ampliar una aula más en el colegio Agustina de Aragón, pero con la condición de que sea adscrita a un nuevo colegio, que debe estar en funcionamiento en el curso 2010-2011. Esto se debe a la disponibilidad de espacios en el colegio afectado en este curso, que en sucesivos se verán reducidos debido a la entrada masiva durante estos años de alumnos en el centro. Un tema importante que debe controlarse rigurosamente son las condiciones en las cuales va a funcionar el centro, con más alumnos de los que debería admitir. Tanto profesores de apoyo en diversas materias educativas como en el tema del comedor deberán ampliarse y adecuarse para  no perjudicar a la buena marcha del centro, y que esta solución temporal no perjudique al resto de alumnos allí matriculados.

La necesidad de un nuevo centro educativo en el barrio es una realidad que parece que han comprendido a la perfección los responsables de Educación, a juzgar por su rápida actuación este año. El problema se viene arrastrando desde hace años, como así lo sufrían el colegio Parque Goya, que este año tuvo que ampliarse con varias aulas debido a la admisión masiva en años anteriores. Ahora le tocaba el turno al colegio Agustina de Aragón, que está soportando la cresta de la ola de la natalidad de la segunda fase del barrio. Parece ser que el problema no es la ocupación del centro por alumnos de otros barrios cercanos, a juzgar por el número de matriculados, sino por el número elevado de niños en nuestro barrio, cosa que no está mal a efectos de nuestro barrio. Por ello el planteamiento de un nuevo colegio ha sido fulminante. Sólo queda por saber si cumplirá la DGA con la construcción de colegio antes del septiembre del año próximo, para lo que quedan menos de diecisiete meses, y todavía es una incógnita su ubicación. Lo que sí parece que han confirmado es que el colegio será también bilingüe con inglés.