Este verano se han llevado obras en el cruce entre las calles Bernardo Ramazzini y avenida Academia General Militar, que además sirve también de acceso al Hospital de MAZ. Un punto conflictivo de nuestro barrio debido a la gran confluencia de vehículos que convergen en muy poco espacio. Se trata de uno de los lugares en los que más hemos trabajado a lo largo de nuestra dilatada historia. Al principio para que pasara la línea 29 del autobús urbano, con el fin de evitar el peligroso cruce que había en la carretera de Huesca, en su recorrido hacia el centro de la ciudad. Más tarde por el rodeo que daba el autobús que tenía que subir hasta el colegio Cristo Rey para tomar dirección al centro. Después por los problemas de tráfico como consecuencia de la llegada del tranvía, que nos obligaron a pedir al ayuntamiento que se permitiese el giro de autobuses y taxis en dirección al centro, y más tarde de todos los vehículos. Importantes logros vecinales una vez conseguidos. Y para facilitar la fluidez de vehículos pedimos la señalización de la malla de líneas amarillas en el suelo de no detención de vehículos y la ampliación de la salida de vehículos del hospital. Este ha sido el último de los capítulos de las demandas vecinales recién cumplido.
Las obras han sido organizadas, proyectadas y pagadas por la Mutua de Accidentes de Zaragoza (MAZ). Como vecinos de la zona también han intentando contribuir en el buen desarrollo de los servicios de la zona. Con la idea de eliminar los atascos que se producían abordaron las obras de ampliación de la salida del hospital. La zona de actuación es propiedad de la MAZ y se han llevado a cabo en el mes de agosto para minimizar el impacto. Con las obras se ha ampliado de uno a dos la salida de vehículos, en la confluencia de calle Bernardo Ramazzini y del hospital. Pero también se ha mejorado el acceso peatonal al hospital, con la ampliación de la accera y un mejor acceso hasta el edificio atravesando el cruce de vehículos. Una mejora para un punto conflictivo de nuestro barrio en la que la asociación también lleva años trabajando. Afortunadamente, a pesar del dilatado paso del tiempo, se ha hecho realidad.
Sólo nos queda de momento que repongan la pintura de la malla de no detención que se ha ensuciado por las obras de asfaltado. Un detalle que ya hemos solicitado, y que esperamos devuelva a su estado original la empresa contratista de las obras, que como de costubre en estos casos no se ha percatado de este detalle.