En la Navigoya 2019-2020 tuvo lugar uno de las actos más relevantes llevados a cabo durante la larga trayectoria de estas fiestas navideñas celebradas en nuestro barrio a lo largo de 14 ediciones. Sin duda alguna la cabalgata de Reyes ha sido desde sus inicios el acto más multitudinario y emotivo. Pero en esta edición tenía lugar un acto que por su temática navideña, la calidad de la representación y la envergadura logística estaba llamado a convertirse en un nuevo referente dentro de la programación para la Navigoya.

Por primera vez se representó en nuestro barrio un belén viviente. La empresa era más ambiciosa, ya que además se acompañó de música en vivo, dando lugar al espectáculo “Belén, el musical”. La idea y dirección corrió a cargo de Toni y Fran, los directores de la Escuela de Jota Parque Goya y de la Orquesta Laudística Parque Goya respectivamente. La expectación era máxima y unos días antes de la representación se decidió hacer dos sesiones ya que el aforo de la iglesia Santa María Reina de los Mártires se preveía insuficiente. La noche del estreno se cumplieron los pronósticos, con unos 450 asistentes en total llenando a rebosar la capilla en los dos pases.

Parque Goya no cuenta con centro cívico, ni una sala polivalente para la realización de actividades culturales. Pero sí cuenta con gente capacitada para organizar eventos como éste, y así lo lleva demostrando desde hace 18 años en los que los vecinos y vecinas del barrio, y las entidades de Parque Goya se esfuerzan por dar vida a su barrio.

Y así lo han demostrado en esta ocasión la Escuela de Jota Parque Goya y la Orquesta Laudística Parque Goya, que además debido a su proyección cultural han llevado el nombre de su barrio fuera de sus fronteras dejando el pabellón bien alto.

Pero a lo largo de estos años todo este trabajo no ha sido correspondido por el Ayuntamiento de Zaragoza, que se ha limitado a otorgar las correspondientes subvenciones municipales, que sólo han complementado en parte el inmenso trabajo realizado para sacar adelante cientos de actos que han llenado todos los rincones del barrio de actividades. Casi siempre en la calle. Y cuando se han hecho a cubierto, gracias a excelente disposición de los directores de los centros educativos, entidades privadas y de la parroquia del barrio, sin los cuales hubiera sido imposible llevarlas a cabo. Y todo ello a la espera de un centro cívico que llevamos reclamando desde hace muchísimos años. Con la celebración de este acto se pone de nuevo de manifiesto que es un equipamiento imprescindible para Parque Goya. Es evidente que todos los agentes del barrio llevan años poniendo de su parte para ofrecer una programación cultural a la altura de una población de 9.000 habitantes. El único que no está a la altura de las circunstancias, por lo menos hasta la fecha, es el Ayuntamiento de Zaragoza.

En esta ocasión fue Víctor, el párroco del barrio, el que puso la iglesia Santa María Reina de los Mártires a disposición del barrio y sus vecinos. Y su ofrecimiento fue pleno ya que la parroquia estuvo «patas arriba» durante la jornada, pero también muchos días antes con el preparativo de los decorados y los ensayos necesarios. Una práctica habitual  de colaboración con el barrio, pero que esta ocasión fue mucho más generosa aún. Y también cabe destacar que el coste de la organización del acto fue ridículo y sin subvención municipal alguna. La entrada fue gratuita y se recogió un kilo de comida para el Banco de Alimentos de manera voluntaria. Pero los asistentes además fueron agasajados por la organización con moscatel, chocolate y torta durante los descansos.

Una hora de actuación con la representación de diferentes escenas en torno al nacimiento de Jesús, en las que participaron ataviados más de medio centenar de componentes de la Escuela de Jota Parque Goya, fundamentalmente niños. A falta de un escenario propiamente dicho, los actos fueron representados en varios puntos de la capilla, rodeados por el público, con el pesebre como elemento principal. A su alrededor fueron desarrollándose escenas en una panadería, el lavadero o la posada. Y fueron surgiendo los personajes típicos en torno al nacimiento, como los reyes, los pastores, los romanos, la burra, el abuelo, etc.

Mientras que el altar estaba ocupado por los músicos y los joteros. La música fue interpretada por la Orquesta Laudística Parque Goya y la rondalla de la Escuela de Jota Parque Goya, acompañados de la joven acordeonista Izarbe Lorás. Y las voces a cargo de la Escuela de Canto de la escuela de jota. Una sinfonía perfecta que acompañó la representación teatral con villancicos y canciones tradicionales aragoneses delitando a todos los asistentes.

  

Música que iba se alternando los pequeños actos teatrales interpretados por los chavales con una temática perfectamente coordinada. Con la Rulé de Paniza cantaron hombres y mujeres en la posada, La Polka Piqué que bailaron las lavanderas, el villancico Campanilleros, Joticas al niño para introducir en escena a los Reyes Magos, Los Peces en el río cantado por el abuelo y los niños, Villancico de Teruel, Villancico de Paniza y la magistral interpretación de los temas de Val d´Echo, Las flamas de lo Fogaril y Soniando. Al final no faltó un popurri de los villancicos más conocidos, y como remate la popular canción de Navidad estadounidense «Jingle bells rock».

Una ocasión perfecta para impregnarse del ambiente navideño en nuestro barrio de una manera novedosa y disfrutando de un espectáculo de gran nivel.  Sin duda hay que agradecer el trabajo de todas las personas que durante varios meses han hecho posible que se lleve a cabo la actuación, motivo de orgullo para nuestro barrio.