Por fin volvimos a recuperar para el Barrio, una de las tradiciones aragonesas más vinculadas a la Navidad, la Tronca de Nadal o Tizón de Nadal.

Después de algún tiempo, quisimos que en esta tarde tanto niños/as como los más mayores volviéramos a sentir la magia de la navidad arraigada en el ritual de hacer “cagar” la Tronca de Nadal .

De la mano de la compañía Almozandia Teatro, en la Casa del Barrio asistimos al ritual de la Tronca, no sin antes conocer más acerca de su historia y de sus orígenes. A través de la magnifica teatralización que Almozandia nos preparó para esa tarde, donde el hilo conductor de sus cuentos fue la niña de una  casa humilde que un buen día encontró un magnifico tronco de leña al que estuvo cuidando y mimando como si fuera su mejor amigo. Un día muy frío de invierno, y no teniendo con qué calentar el hogar, el padre de nuestra protagonista echó al tronco la chimenea. Sin embargo, el tronco no ardió a pesar de que mantenía caliente la casa, algo que nadie podía explicarse, salvo que el tronco fuera mágico. Fue así cuando decidieron que el Tronco se quedaría en casa para siempre, con la bendición de todos los habitantes de la casa. Y fue a través de este mismo tronco mágico, por el que conocimos porqué en muchos pueblos aragoneses se hace cagar la tronca y cómo. Y es que, si los niños y niñas la golpean mientras le piden cosas, la tronca cagará chuches, golosinas, nueces, y nuestra Tronca ¡hasta mandarinas!.

Tras los cuentos e historias populares de las que Almonzandia nos deleitó, llegó el gran momento de bendecir a nuestra Tronca: Buen tizón, buen barón. Buena casa, buena brasa. Que Dios conserve a los amos de esta casa. Güen tizón, güen barón. Güena casa, güena brasa. Que Dios mantenga a l’amo y a la dueña d’ista casa, los más de 50 niños y niñas que asistieron se encargaron de iniciar la fiesta ancestral colocándose encima de nuestro tronco, de nuestra especial Tronca de Nadal  gritando al unísono: “Caga Tronca, Caga” y golpeando con entusiasmo el tronco hicieron cagar a la Tronca . Su cara de felicidad al ver lo que la Tronca les daba fueron unos momentos irrepetibles, alegres y  muy divertidos, tanto que,  una vez  que niños y niñas habían hecho “cagar a la Tronca”, fuimos los más mayores los que también quisimos revivir nuestros momentos de infancia y pasamos uno a uno a participar de esta fiesta ancestral, así que al final todas y todos hicimos “cagar a la Tronca!.”

Y acompañando a esta actividad tan nuestra,  tuvimos preparado nuestro “Árbol de los Deseos Vecinal” dónde todo el mundo que se animó pudo compartir sus deseos más solidarios para este 2023.  Gracias a la Asamblea de Mujeres del Barrio por la organización para que todo aquel y aquella vecino y vecina que quisiera, desde el más pequeño y hasta la más mayor pudieran dejar colgada su especial mensaje de solidaridad, de paz y amor. Esperamos que cada uno de los Deseos se cumpla.

Y como siempre, gracias al Barrio por querer acompañarnos en esta tarde que fue tan especial.