Primero fueron los vecinos de la Gran Vía y Fernando el Católico quienes alzaron la voz ante las molestias generadas por el paso del tranvía. Posteriormente, la llegada de las obras y los convoyes a las calles más céntricas pusieron a prueba la resistencia de los edificios más históricos. Y ahora, son los vecinos de Parque Goyalos que comienzan a protestar.

“Desde que empezaron las obras, el tranvía solo nos ha traído ruido y grietas a nuestra casa”, lamenta Beatriz A., residente en un primero de la avenida de Majas de Goya de la capital aragonesa. Esta joven ya se ha puesto en contacto con su comunidad de vecinos para instalar doble ventana.

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Fuente: www.heraldo.es